lunes, 20 de octubre de 2008

El contexto de los jóvenes del sector Caledonia, Chorrillos, Lima, Perú

Para medir de alguna forma el grado de participación política y el compromiso ciudadano de los jóvenes desde su fe cristiana, menester es que analicemos el contexto en que ellos se mueven, y nos referimos en concreto al socio-político-económico y eclesial.

Contexto socio-político-económico

Según el INEI 2000, la parroquia Cristo Misionero del Padre cuenta con 86 879 habitantes. Es una jurisdicción parroquial muy amplia donde hay zonas que van desde la pobreza y extrema pobreza hasta zonas de clase media y alta.[1] Sin embargo, pese a las diferencias socio-económicas y particulares de cada comunidad se está en búsqueda de una permanente unidad que lleve a la identificación parroquial[2].

Pero nuestro cometido al estudiar el grado de conciencia ciudadana de los jóvenes, no pretende abarcar la realidad de toda la parroquia, sino que buscamos centrarnos en el sector Nueva Caledonia, en donde trabajamos con jóvenes de catequesis y grupo juvenil, teniendo en cuenta que, de modo cotidiano, también tratamos con otros jóvenes que no participan de lleno en la comunidad cristiana.

Hemos dialogado con el padre Renzo Pallaro, Misionero Comboniano, quien desde 1987 hasta la fecha ha estado acompañando esta porción del pueblo de Dios proveniente de provincia y de los callejones de Lima. Nadie mejor que él para darnos algunas luces acerca de la realidad de esta parte de la parroquia y sobre la realidad de los jóvenes a quienes ha visto prácticamente crecer:

“Hasta 1983 todo era puro arenal, no había ninguna clase de servicio” nos comenta. “Se ha notado un progresivo desarrollo socio-económico. La gente tiene un mejorado nivel de vida en comparación a los primero años, sin embargo tal avance viene aparejado con algunos problemas: pandillerismo, madres adolescentes, hogares destruidos, alcoholismo, drogadicción, delincuencia juvenil, etc”. Hace notar el padre que, dado que los padres de familia salen a ganarse la vida y no están todo el día en casa, los jóvenes desde niños han crecido descuidados y han sido presa fácil de malas compañías que con vicios los inducen por caminos desviados. “Algunos jóvenes, sin embargo, son conscientes de su realidad y buscan salir adelante pese a sus pocas oportunidades de desarrollo: estudio y trabajo. Muchos no pasan de trabajos informales.”

Al comentar el punto de la conciencia ciudadana de los jóvenes, el padre Renzo nota en los jóvenes un total desinterés por involucrarse en un trabajo de carácter social: “Los jóvenes piensan para sí, su forma de pensar obedece a la cultura actual, individualista. Mientras ellos están bien, poco les importa el resto. Su solidaridad es emocional-sentimental pero no es constante y a largo plazo.” En efecto, al dialogar con los jóvenes de estos sectores sobre la realidad de su entorno, muestran mucho escepticismo de que las cosas puedan mejorar, buscan responsabilizar a otros pero no se comprometen con su aporte. “Todavía falta mucho por hacer –dice el p. Renzo-. Pero no podemos negar un avance, hoy los jóvenes participan en las capillas, en las celebraciones y devociones populares y se comprometen en la catequesis. En el fondo buscan algo: buscan servir, sentirse útiles. Son jóvenes que ameritan formación cristiana que los comprometa con la sociedad”.

De las realidades que llaman la atención en estos sectores es que, por una parte, hay familias de tan buen nivel social que no se sienten parte de estos sectores. Los hijos de estas familias estudian en otros colegios y no les interesa para nada involucrarse en algún tipo de servicio en la comunidad sectorial. Por otra parte, los jóvenes en general están descontentos con la política, desprestigiada por los políticos. “Los jóvenes están muy descontentos con los políticos –dice el p. Renzo- y piensan que toda política es mala y quien se dedica a ella se mancha, será tratado como ladrón o sinvergüenza”. Un argumento más para desatenderse de su participación ciudadana y un obstáculo más para no crecer en esa conciencia ciudadana.

No obstante, aunque el panorama apunte ensombrecedor, algunas labores se hacen con los jóvenes por sensibilizarlos en su toma de conciencia de ciudadanía, de que ellos pueden ser de hecho los gestores del desarrollo de sus comunidades. A los jóvenes, tanto en los grupos juveniles como en los de catequesis y en otras áreas de pastoral, a partir de la fe cristiana se les inculca mediante los agentes de pastoral a comprometerse, a encarnarse en la realidad en la cual de hecho viven pero que requerirá de su parte una respuesta que resuelva los problemas de pandillaje, de drogadicción, de desintegración familiar, de analfabetismo, de falta de evangelización, etc. La tarea es ardua, toda vez que el joven piensa para hoy y no para mañana, es cortoplacista e invierte en cosas innecesarias teniendo necesidades más apremiantes que cubrir. Pero no perdemos la esperanza de que los jóvenes tarde o temprano despierten a su realidad y la asuman como misión para mejorarla en la praxis cristiana.

Contexto eclesial

La comunidad cristiana “Señor de los milagros” del sector Nueva Caledonia tenía anteriormente el nombre de san Luis Gonzaga, cuyo santo nada tenía que ver con la devoción del pueblo venido de provincia en su mayoría, por eso de optó por el nombre de “Señor de los Milagros” cuya devoción es más sentida por la gente respetando sus procesiones en el mes morado de octubre.

La gente aún recuerda cómo el “paquetazo” (la racionalización de alimentos y la pérdida del valor de la moneda en el cambio de gobierno de Alan García a Alberto Fujimori) ocasionó que por parte de la comunidad cristiana se abriera el primer comedor parroquial para paliar las necesidades alimenticias de los más pobres. En este sentido la comunidad dio muestras de gran solidaridad.

Esta comunidad progresivamente fue entrando al ritmo del Plan Nueva Imagen de Parroquia con lo cual ha aprendido a vivir su fe en comunidad rescatándola de individualismos y capillismos al insertarla en una comunidad más amplia que es la parroquia; así, la grey de esta porción aprende a abrirse hacia otros hermanos enriqueciendo más y más su fe renovándola día a día.

Es por ello que, el Plan, es en realidad un proyecto de renovación parroquial constante, que busca incesantemente la participación y la santidad del pueblo como comunidad, teniendo en cuenta que[3]:

· La salvación es un hecho personal y comunitario.
· Que la salvación se manifiesta en la comunidad católica.
· Que el crecimiento personal y la madurez en la fe se vive y se desarrolla en mutua relación interpersonal.
· Que la acción pastoral solo vale cuando crea comunidad Iglesia sin particularismos.

Para desarrollar el proyecto, el Plan desconcentra la parroquia, arriesga por la acción masiva de los laicos y descentraliza iniciativas y labores para ir al encuentro del pueblo. Es la parroquia la que se acerca a la gente y no a la inversa para llegar paulatinamente, con el ritmo del pueblo, al ideal de parroquia (comunidad de comunidades) como comunidad de fe, de caridad y de culto. De esta manera, el laico deja de ser un espectador o solo concurrente a misas dominicales, para convertirse en co-protagonista y co-responsable de la labor pastoral y evangelizadora que, por el bautismo le ha sido confiado por Jesucristo y la Iglesia Católica.[4]

Bajo esta misma tónica del plan es que se busca integrar a los jóvenes en la comunidad eclesial. Los grupos de catequesis y de jóvenes que ellos conforman los orientan a trabajar en comunidad forjando una conciencia de participación no sólo de puertas hacia dentro, sino hacia fuera, y en esto se trabaja por sensibilizarlos en que la realidad de sus sectores depende en gran parte del empuje y la creatividad de ellos, los jóvenes.

En la parroquia el mes de septiembre está dedicado a los jóvenes, y dentro de ese mes 15 días son los destinados a celebrar la juventud congregando los jóvenes de todas las comunidades para estrechar lazos y crear una mayor unidad. Es un espacio de creatividad, de diversión y culto donde los jóvenes celebran el don de su juventud y toman conciencia de su participación ciudadana.

Bibliografía: Plan Pastoral Nueva Imagen de Parroquia 2007. Caminando con Cristo somos Comunidad 2006-2008.

[1] Plan Pastoral 2007. Nueva Imagen de Parroquia. Caminando con Cristo somos Comunidad 2006-2008. p. 2
[2] Cfr. Ibid.
[3] Cfr. Ibid
[4] Ibid, p. 3.

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